ISLHáGUA

Los contratos fiscales son una parte fundamental para cualquier empresa, es la constancia del convenio acordado entre las partes con respecto a un contrato laboral o prestación de servicios. En Equipogestor.com tendrás más información acerca de todos los acuerdos plasmados en los contratos.

Para adelantarte un poco, en ellos se registran todos los acuerdos acerca de las funciones a cumplir por ambas partes y los beneficios con los que contarán durante el cumplimiento del contrato. Aquí se hablará un poco acerca de los diferentes tipos de documentos fiscales para conocer en qué ámbitos se aplican.

Contratos traslativos de propiedad

Uno de los aspectos más importantes a la hora de querer realizar un traspaso de una propiedad, ya sea en término civil o comercial, es el hecho de realizar un contrato fiscal. Es obligatorio y debe constar el cumplimiento de las normas tributarias correspondientes en situaciones por enajenación.

Así como también, dentro del contrato fiscal se debe establecer y proceder a efectuar los pagos provisionales referentes al impuesto sobre la renta (ISR) y determinar en conjunto el impuesto de valor agregado (IVA). 

En caso de tratarse de un traspaso de propiedad a nivel comercial, el contrato fiscal funciona también para poder aplicar las debidas deducciones de los ingresos. Ahora, si el traspaso se hace como una donación de propiedad o permuta, entonces las condiciones del contrato fiscal cambian.

Contratos para la prestación de servicios

Según el Código fiscal de la Federación, en los contratos donde involucran la prestación de servicios debe quedar reflejado que el profesional está en la obligación de emitir su CFDI. De esa manera, es posible obtener el ingreso por la prestación de sus servicios. 

Así, el pago del ISR derivará de ese ingreso junto con las declaraciones provisionales y anuales. En caso de establecer una prestación de servicio para una persona moral, entonces se deberá proceder a retener su pago provisional.

Contrato por otorgamiento o uso temporal de bienes

Siguiendo lo establecido en el Código Civil Federal, se considera un arrendamiento cuando queda registrado que ambas partes están de acuerdo en ofrecer el bien para su uso temporal con el respectivo precio estipulado a pagar por la parte arrendadora. 

Los arrendadores están en la obligación de inscribirse en el régimen arrendatario porque deben cumplir con una serie de obligaciones con el SAT, es decir, el Servicio de Administración Tributaria. 

Entre esas obligaciones se encuentran llevar un registro contable con el que podrá optar por una deducción del 35% de los ingresos obtenidos al practicar dicha actividad. Los 65% restantes de los ingresos del arriendo serán dirigidos a las tablas y tarifas estipuladas por el ISR. 

Además de ello, el arrendatario está en la obligación también de solicitar y emitir CFDI para de esa manera tener la posibilidad de acreditar los ingresos y ejecutar las deducciones. 

De esa manera, podrán empezar a presentar todas las declaraciones provisionales, informativas y anuales a medida que sean requeridas. Básicamente, los contratos fiscales son una constancia legal de un acuerdo entre ambas partes.